"El hombre, creo yo, es capaz de grandes sublimaciones y grandes indecencias, puede ascender hasta semidiós y hundirse hasta semidemonio; pero después de realizar algo verdaderamente grande o cometer algo verdaderamente indecente vuelve a caer sobre sus propios pies y recobrar su medida, y al golpe pendular del salvajismo y de lo demoníaco le sigue inevitablemente el golpe de vuelta, el anhelo innato e inevitable del hombre por la medida y el orden." H. Hesse
¡Mi último trabajo!
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